Volkswagen acaba de anunciar que presentará un buggy eléctrico en el próximo salón de Ginebra. Se trata de la reencarnación del todoterreno descapotable ligero, esta vez, construido sobre la plataforma MEB para vehículos eléctricos.
Durante las décadas de los 60 y 70, los buggies se pusieron muy de moda en las playas de California. Simpáticos cochecitos, generalmente de dos plazas, fabricados artesanalmente sobre la base del Volkswagen Beetle en muchas ocasiones. La idea original se la debemos a Bruce Meyers, quien creó el primero de ellos al atornillar una carrocería de plástico reforzado de vidrio sobre el mencionado chasis del Beetle de la época. Bautizado como el Meyers-Manx, el coche fue todo un éxito, eficaz a su vez también sobre las dunas.
A raíz de esto surgieron un numerosos fabricantes que ofrecían kits de carroceríabasados en la idea de este ingeniero. El Beetle contaba con una base simple pero robusta que permitió a muchos constructores dejar volar su imaginación y crear otros modelos que parecían nuevos, como el Beetle descapotable o los Hebmüller y Rometsch. A finales de los 80, tras haberse construido más de 250.000 unidades de estos coches especiales, desaparecieron del mercado debido a las restrictivas leyes de seguridad. No obstante, desde el año 2000, la empresa original ‘Meyers Manx Inc.’ produce de nuevo su buggy estrella bajo pedido.
El prototipo que hoy nos ocupa reencarna todos los principios de los que hacía gala el Meyers-Manx en su época pero, como era de esperar, lo traslada al terreno de los eléctricos. El chasis por aquel entonces pertenecía al de un Volkswagen Beetle pero ahora, la plataforma para eléctricos MEBdemuestra ser más apropiada y lo suficientemente modular para vehículos de menor volumen de mercado. No cuenta con techo fijo ni puertas convencionales que, junto con los grandes neumáticos ‘off road’ y sus marcadísimos pasos de rueda completan una imagen exterior realmente fiel a aquel buggy de los 60.